El
problema de la vivienda se remonta a los primeros periodos de expansión urbana
de ciertos polos de desarrollo minero y manufactureros en nuestro país a
finales del siglo XIX (Hidalgo, 2002) En el contexto de un creciente desarrollo
y la consecuente atracción que la ciudad ejercía sobre las personas por la
posibilidad de trabajo y oportunidades, la migración del campo a la ciudad
tiene su auge y las ciudades no está preparada para recibir a todas las
personas que comienzan a habitarla. Así empiezan a emerger los conventillos,
cités y mejoras. Las malas condiciones de estos asentamientos, su insalubridad
y su hacinamiento, además de la pobreza de los habitantes de estos
asentamientos, son elementos que se conjugan para dar origen al fenómeno de la “cuestión
social”, y en ese contexto es que comienza a desarrollarse una preocupación por
parte del Estado y de organizaciones privadas por la solución habitacional de
los grupos obreros, y el aseguramiento de ciertas condiciones básicas de vida.
Ya
comenzado el siglo XX tenemos las primeras leyes y normativas que se hacen
cargo del problema de la vivienda. Tanto en la dimensión de la salubridad e
higiene, como en la dimensión del déficit. La primera data de 1906, la Ley de
Habitaciones Obreras, y posteriormente en 1925 se promulga la Ley de
Habitaciones Baratas y la Ley de Arrendamientos. Sin embargo, estas leyes no
logran paliar el déficit, y por el contrario, con sus estándares de salubridad
y la consecuente demolición de los conventillos que no los cumplen, la
situación de déficit se acrecienta (Hidalgo, 2002).
Además
del estado organizaciones como sociedades de beneficencia católica, y el mismo
emprendimiento privado también se involucran en el incipiente mercado de
vivienda de interés social. Posteriormente avanzado el siglo XX, con la Ley de
Habitaciones Baratas, se propicia la construcción a través cooperativas de
vivienda. Tampoco la acción de estas organizaciones pudo subsanar el déficit.
Hasta
los años 60s se sigue en una dinámica que busca a través de créditos y
préstamos por parte del Estado, fomentar la construcción de viviendas,
estimulando el interés de las empresas inmobiliarias. En el año 1965 surge el
Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), que agrupa a las más de 25
instituciones que están relacionadas con la provisión de vivienda –y que
dependen de variados ministerios-, dando origen a la Corporación de
Mejoramiento Urbano (CORMU) “empresa autónoma del Estado, una de cuyas
principales funciones es mejorar y renovar las áreas deterioradas de las
ciudades, mediante programas de rehabilitación y desarrollo urbano.” (MINVU,
s/f).
Es
desde este momento, y con un mayor énfasis, en los años 70s, cuando el Estado
se hace parte más fuertemente de la provisión de vivienda, de la rehabilitación
de barrios y del equipamiento urbano y de servicios que estos deberían tener.
Ya en el gobierno de Eduardo Frei Montalva “los programas habitacionales de
carácter popular incorporan escuelas, centros asistenciales y campos
deportivos, entre otros” (MINVU, s/f).
Sin
embargo, tras el golpe militar de 1973, las políticas del Estado cambian en
diferentes ámbitos, uno de ellos es el de la política habitacional. Pese a no
ser una de las 7 transformaciones clave de la transformación del Estado que se
lleva a cabo durante la dictadura (Farías, 2014), existe un cambio profundo en
cuanto a la provisión de vivienda de interés social, que en pocas palabras
podría expresar en que el Estado pasa de un subsidio a la oferta, a un subsidio
a la demanda (Held, 2000).
Esta
nueva política se caracteriza por la “falta de planificación”, la que es
descrita por Farías (2014) como una improvisación, una manera de hacer política
pública propia del neoliberalismo que se instala el Chile de la mano de los
“Chicago Boys”, además de tener un fuerte acento en el mercado, el que organiza
este mercado específico, y la consecuente retirada del Estado de él. Los
lineamientos y supuestos detrás de estas transformaciones a la manera de
abordar el problema de la vivienda, han definido y marcado fuertemente la
manera en que se enfrenta hoy, ya que no ha existido un cambio sustancial, ni
se ha ideado o implementado otra manera de concebir la política pública que fue
instaurada desde la dictadura. Esto principalmente se atribuye a sus buenos
resultados respecto a la notable y gran reducción del déficit, lo que ha
permitido que esta manera de hacer las cosas sea concebida como exitosa.
No
obstante lo anterior, el éxito de la reducción del déficit habitacional, ha
enmascarado problemas de calidad de las viviendas, segregación socio-espacial,
lejanía de servicios y oportunidades (Hidalgo, 2007) y por ende un detrimento
en la calidad de vida de los sectores de menos recursos. Es de especial interés el problema de la segregación, pues conlleva una serie de problemáticas sociales que son muy difíciles de abordar, y sobretodo de revertir. Pese a que las tendencias segregadoras de las políticas habitacionales han sido más la norma, y las políticas integradoras una excepción, con la alta producción de viviendas en los años noventas, se profundizó y consolido la preferencia por suelo periférico e incluso rural para proveer techo a quienes carecían de este, y la lógica de las economías de escalas de muchas constructoras dieron origen a bolsones de pobreza totalmente aislados de los servicios y oportunidades de la ciudad que hoy ponen en tela de juicio la política habitacional que se ha llevado a cabo en las últimas décadas. Así es como surgen poblaciones como Bajos de Mena, que hoy están en proceso de demolición.
Estos problemas no han
conllevado a un cambio en la manera de concebir la política habitacional, como
ordenada desde el mercado, pero si ha generado el surgimiento de una serie de
regulaciones y subsidios que buscan paliar las consecuencias negativas de la
desregulación de este mercado.
Subsidios
como el de localización o el de ampliación de la vivienda, así como los
requerimientos mínimos de materiales y metraje cuadrado, asimismo el
surgimiento de las EGIS, son algunas expresiones de estas regulaciones y
dispositivos que buscan mejorar la provisión de vivienda de interés social en
Chile, y que en el desarrollo de la investigación a la que esta contextualización
da origen pretenderé comprender, en tanto a sus relaciones e impactos en la vida
de las personas así como en la ciudad y el espacio construido, siempre desde la
perspectiva de la sociología de los mercados.
Referencias:
Farías, I. (2014). "Improvising a market, making a model: social housing policy in Chile". Economy ando Society.
Held, G. (2000). "Políticas de vivienda de interés social orientadas al mercado: experiencias recientes con subsidios a la demanda en Chile, Costa Rica y Colombia", CEPAL - SERIE Financiamiento del desarrollo.
Hidalgo, R. (2002). "Vivienda social y espacio urbano en Santiago de Chile. Una mirada retrospectiva a la acción del Estado en las primeras décadas del Siglo XX". Revista EURE, v.28 n.83, Santiago.
Hidalgo, R. (2007)."¿Se acabó el suelo en la gran ciudad? Las nuevas periferias metropolitanas de la vivienda social en Santiago de Chile". Revista EURE, v.33 n98, Santiago.
Ministerio de Vivienda y Urbanismo (s/f). "Historia del ministerio de Vivienda y Urbanismo". Recuperado el 11 de agosto de 2014, de http://www.minvu.cl/opensite_20061113164636.aspx
Farías, I. (2014). "Improvising a market, making a model: social housing policy in Chile". Economy ando Society.
Held, G. (2000). "Políticas de vivienda de interés social orientadas al mercado: experiencias recientes con subsidios a la demanda en Chile, Costa Rica y Colombia", CEPAL - SERIE Financiamiento del desarrollo.
Hidalgo, R. (2002). "Vivienda social y espacio urbano en Santiago de Chile. Una mirada retrospectiva a la acción del Estado en las primeras décadas del Siglo XX". Revista EURE, v.28 n.83, Santiago.
Hidalgo, R. (2007)."¿Se acabó el suelo en la gran ciudad? Las nuevas periferias metropolitanas de la vivienda social en Santiago de Chile". Revista EURE, v.33 n98, Santiago.
Ministerio de Vivienda y Urbanismo (s/f). "Historia del ministerio de Vivienda y Urbanismo". Recuperado el 11 de agosto de 2014, de http://www.minvu.cl/opensite_20061113164636.aspx
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